En México hay un reguero de pueblos fantasmas, del que sus pobladores huyeron en masa, por la violencia de los cárteles del tráfico de drogas. Calles vacías de Santa Ana del Águila, en el municipio de Ajuchitlán del Progreso, en Guerrero, donde en sus paredes quedan las señales las balas. Crédito: Daniela Pastrana /IPS

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