SALUD-AFRICA: Coca Cola restringe asistencia contra el sida

La compañía de bebidas Coca Cola se niega a cubrir los gastos médicos de los portadores de sida que trabajan en sus empresas filiales en Africa, un beneficio del que gozan los empleados que dependen directamente de la multinacional en el mismo continente.

Coca Cola prometió en junio de 2001 costear el total de la asistencia médica a más de 1.200 empleados en Africa, incluyendo exámenes y tratamientos contra el sida. Pero se negó a extender el beneficio a 100.000 empleados indirectos, la mayoría obreros de plantas de embotellado.

Activistas de Estados Unidos realizaron el 17 de este mes protestas en Nueva York y en otras ciudades contra la negativa de Coca Cola a ampliar la cobertura médica que ya brinda a empleados portadores del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) a miles de trabajadores en Africa, así como en América Latina y en Asia.

Coca Cola, líder mundial del sector de los refrescos sin alcohol con más de 300 marcas registradas, es la principal empleadora de Africa.

Ante la creciente presión de organizaciones humanitarias de Estados Unidos y Europa, la empresa anunció que cubriría 50 por ciento del costo de la cobertura médica de los empleados de las embotelladoras, las cuales deberían hacerse cargo de 40 por ciento. El resto correría por cuenta de los trabajadores.

La propuesta de la firma no le garantiza a todos los trabajadores un acceso equitativo al tratamiento contra el sida, advierten los activistas.

”El programa de costos compartidos no funciona”, porque las embotelladoras ”no pueden pagar” 40 por ciento del costo del tratamiento de sus empleados portadores de VIH, ”y no deberíamos esperar que pudieran”, señaló la activista Allison Dismore, de la organización no gubernamental estadounidense Health Gap.

Las embotelladoras temen terminar pagando, en el largo plazo, todo el costo del tratamiento, pues la compañía podría suspender el programa ante la variación de los precios de los medicamentos, afirmaron activistas.

Las organizaciones que participan en la campaña sospechan que las compañías farmacéuticas que participan del programa de atención médica para los empleados de Coca Cola, Glaxo Smith Kline y PharmAccess International, no permitirán la compra de medicamentos genéricos contra el sida, más baratos.

”El programa dejará plantados a la mayoría de los trabajadores de Coca Cola y sus dependientes”, sostuvo la activista Sharonann Lynch, también de Health Gap.

”Ya pasaron 15 meses desde que Coca Cola anunció por primera vez que negociaría con las embotelladoras la cobertura de medicinas contra el sida. La lentitud de la compañía va en contradicción con su discurso de compasión y acción” a favor de los trabajadores, añadió Lynch.

Coca Cola cubre el costo de la atención médica de sus 1.200 empleados directos en Africa, pero considera que la atención de los 100.000 trabajadores indirectos es responsabilidad de las propias embotelladoras, señaló la portavoz de la compañía multinacional Sonia Soutus.

”Nuestros 40 socios embotelladores en Africa, que son compañías independientes, tienen estrategias en diferentes niveles de desarrollo. Son ellos los que tienen el deber de proveer atención médica a sus empleados”, dijo Soutus.

El mes pasado, la Fundación Coca Cola lanzó un programa para ayudar a las empresas embotelladoras a ampliar los programas de atención médica existentes a 60.000 empleados e incluir en ellos la entrega de medicamentos antirretrovirales, según un comunicado de la compañía.

Más de 45 por ciento de todos los empleados embotelladores son beneficiados con este plan actualmente.

Pero los activistas afirman que la multinacional debe cubrir el costo total del tratamiento y de la educación sexual para los empleados directos e indirectos.

”Los trabajadores son tan pobres que no pueden pagar 10 por ciento de las medicinas. No queremos que estas personas se vean obligadas a decidir entre comprar comida y comprar medicamentos”, afirmó el activista John Riley, de la organización no gubernamental Act Up.

La compañía arguye que el programa incluye tratamiento para las esposas y los hijos de los trabajadores, pero los activistas lo niegan.

”Coca Cola pone sus ganancias por encima de las vidas de los empleados con sida y se niega a extender la cobertura médica para sus hijos. Ver que los padres toman medicinas para salvar su vida mientras sus hijos mueren es algo inexplicable e indefendible”, afirmó Lynch.

La Organización de las Naciones Unidas renovó el mes pasado su llamado a donantes a recolectar unos 600 millones de dólares para ayudar a los millones de personas en Africa subsahariana al borde de la muerte por el hambre y por la propagación del VIH (virus de inmunodeficiencia adquirida, causante del sida).

Más de 28 millones de personas en esa región africana, la mayoría jóvenes, están infectados con esa enfermedad, de acuerdo con datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. (FIN/IPS/tra-eng/hr/ml/rp/mj/he lb/02

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