(Artes y Espectáculos)
LITERATURA-ECUADOR: La poetisa mexicana Rosario Sansores, nacida a fines del siglo pasado en la península de Yucatán, permanece en un lugar muy especial dentro de la cultura popular de Ecuador: es autora de la letra de una canción considerada como el segundo himno nacional de este país andino. A 25 años de su muerte, sus poemas "continúan vigentes en toda América Latina, en lo que es la expresión más viva de los pueblos: su música", asegura su biógrafo, Roberto Mac-Swiney, quien visitó recientemente Ecuador "para buscar más canciones de este personaje que muy pocos conocen y casi nadie recuerda", tanto en su país como en el resto de América Latina.
TEATRO-GUATEMALA: La obra teatral "Mujeres de la guerra" inicia un aporte novedoso en Guatemala y se constituye en una señal de que el largo conflicto armado terminó y a partir de ahora se puede esperar una mayor apertura artístico y cultural. La obra, que no llegó a los teatros importantes del país pero tuvo éxito en salas pequeñas y de café-concert, es la historia de cuatro mujeres cuyas vidas fueron marcadas por el conflicto armado de 36 años, que finalizó el 29 de diciembre con la firma de la paz entre el gobierno y la guerrilla.
TEATRO-HONDURAS: De lejos vinieron a ponerle música y color a Honduras, llegaron cantando neibugae y moviendo las caderas. Son los negros o garifundas. Al conmemorar en abril el bicentenario de la llegada a Honduras, procedentes de la isla de San Vicente, en el Caribe, un grupo de campesinos negros de la aldea de Guadalupe, en el norteño departamento de Colón, recordaron también sus éxitos teatrales con la obra "Louvabagu" (el otro lado lejano).
SUDAN: Grupos islámicos fundamentalistas de Sudán exigen que el gobierno prohíba las obras de un escritor y un músico y que restrinja las actividades de los artistas no religiosos. En abril, estudiantes de la Universidad de Gezeria exigieron la aprobación de una "fatwa" o decreto religioso contra el escritor Al Tayeb Salih y el cantante en el exilio Mohamed Wardi. El gobierno no confirmó ni desmintió la información publicada el año pasado por el diario Sanabil, de Jartum, que sostenía que el régimen había ordenado la muerte de Wardi