Las entidades que realizaron la última encuesta nacional sobre la igualdad de género en Cuba, divulgan ahora sus resultados finales con la mirada puesta en que contribuyan a promover cambios en las políticas públicas y dentro del proceso de reformas legislativas que abre la nueva Constitución.
“El manejo de las estadísticas, que la gente conozca los datos, (…) es muy importante para crear conciencia”, dijo Mayda Álvarez, la directora del Centro de Estudios de la Mujer (CEM), que promueve los datos obtenidos con la Encuesta Nacional sobre Igualdad entre los Géneros (Enig-2016), a partir de un corte preliminar realizado en 2017 y de los resultados definitivos divulgados en febrero pasado.
Sobre el camino a seguir para lograr más impacto, IPS conversó con Álvarez y otras autoras del amplio colectivo que desarrolló el estudio nacional y cuantitativo, aplicado en 2016, cuyo antecedente data de 1989, del que apenas algunos datos vieron la luz pública desde entonces.
En contraste, el informe final de resultados de la Enig-2016 puso en febrero a disposición pública 117 páginas de datos actuales sobre igualdad de género y algunas valoraciones, en el sitio web de la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei).
Algunos de esos resultados indican que 26,7 por ciento de las mujeres entrevistadas declararon haber recibido algún tipo de maltrato en los 12 meses previos al sondeo por parte de su pareja, y que las mujeres dedican 14 horas semanales más que los hombres a las labores domésticas y de cuidado de niños, ancianos y enfermos.
Sobre las personas lesbianas, gays, bi, trans e intersexuales (LGBTI), la encuesta arrojó que 77 por ciento de la muestra está de acuerdo en que deben disfrutar de iguales derechos. No obstante, cuando se preguntó directamente sobre el matrimonio igualitario, solo 49,1 de las personas encuestadas consideró que “se les debería permitir casarse”.
El matrimonio igualitario o al menos la unión legal entre personas del mismo sexo fue un tema que acaparó el debate prevío a la reforma constitucional, entre 2018 y 2019, y se prevé que prosiga la polémica durante la reforma de las leyes que aterrizarán la nueva ley fundamental.
Especialistas e investigadores del CEM, adscrito a la única organización femenina legal del país, la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), y el Centro de Estudios de Población y Desarrollo (Cepde) de la Onei, elaboraron el muy demandado estudio, que contó con el apoyo financiero y técnico del Fondo de Población de las Naciones Unidas.
Otras instituciones que colaboraron con la encuesta cubana fueron ONU Mujeres, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe; los mexicanos Instituto de las Mujeres y Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Información, así con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
La Enig-2016 “es uno de los insumos fundamentales que deben tenerse en cuenta para la elaboración del futuro Código de Familia”, sostuvo Álvarez, sobre un uso inmediato que identifica en la prevista revisión de la norma vigente desde 1976 y que desde hace años especialistas y activistas piden actualizar.
Este 10 de abril entrará en vigor la nueva Constitución cubana y comenzará una etapa de reforma legislativa en el país de gobierno socialista, en la que el parlamento tiene que lograr un proyecto de Código de Familia en un plazo de hasta dos años a partir de ese día, para luego someterlo a consulta popular y referendo.
“Vamos a tener un trabajo importante de creación de conciencia sobre estos aspectos (de género) que queremos impulsar, a través de los medios de comunicación y publicaciones, para que se comprenda cómo son las familias cubanas en la actualidad, que no se siga pensando que son solo mamá, papá y nené”, indicó Álvarez.
Por su magnitud temática, la Enig-2016 ofrece un amplio grupo de estadísticas que alertan sobre avances, retrocesos y temas pendientes en igualdad de género, con base en las entrevistas realizadas a 19.189 personas de 15 a 74 años, de las cuales 10.698 fueron mujeres, de las tres regiones del país y de la capital.
La investigación recabó sobre la situación sociodemográfica, concepciones y estereotipos sobre las relaciones de género, de pareja y las familias; el uso del tiempo y los cuidados, en especial en el trabajo remunerado y el no remunerado, además de la violencia contra la mujer en la pareja.
De ahí que las autoras recomienden aprovechar al máximo la investigación, que calificaron de altamente costosa en presupuesto y recursos humanos.
“Una encuesta con un muestreo representativo y métodos científicos ofrece mucha seguridad para el diseño de políticas, de ir a lo seguro”, valoró María del Carmen Franco, subdirectora del Cepde, quien resaltó la representatividad nacional y que además permite comparar entre las regiones, lo urbano y rural y cinco grupos de edades.
La demógrafa subrayó el aporte de “datos comparables internacionalmente”. “Al sistematizar conocimientos, la encuesta permitió armonizar los temas investigados con la forma en que se pregunta en encuestas internacionales, al igual que las recomendaciones”, detalló.
A su juicio, el anaquel estadístico cubano cuenta con mejores datos con enfoque de género gracias a la Enig-2016, aunque la Onei ofrece habitualmente muchas cifras segregadas por sexo.
Hasta el momento los resultados fueron presentados en la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento unicameral) y el CEM aspira a promoverlos más entre diputadas y diputados en un recorrido a realizar por diferentes territorios del país de 11,2 millones de habitantes.
Los ministerios que se han acercado al CEM en busca de incorporar a su trabajo los resultados son el de Educación, Educación Superior y de la Agricultura, el cual implementa una estrategia de género en el sector productivo. No obstante, el centro asegura colocar estas cifras en reuniones generales con ministros y viceministros.
En asociación con la Plataforma Articulada para el Desarrollo Integral Territorial, un proyecto con apoyo internacional para el fortalecimiento de gobiernos locales cubanos implementado desde 2015, los resultados de la Enig serán tenidos en cuenta en las estrategias municipales de desarrollo de 10 municipios.[related_articles]
Las universidades, que en el caso cubano cuentan con centros en todos los municipios, también figuran entre los espacios priorizados para compartir los datos. También se aplican en el trabajo de la FMC, que agrupa a casi cuatro millones de cubanas, y en capacitaciones con los medios de comunicación, casi todos estatales.
“La presentación en talleres, congresos nacionales e internacionales es otra forma de llevar los resultados a decisores, porque ahí participan investigadores pero también funcionarios de diferentes ministerios”, completó Yenelis Díaz, del CEM, sobre actividades realizadas en Cuba y otros países como España, México y Uruguay.
“Las personas agradecen mucho disponer de datos más cuantitativos porque sirven de soporte a las investigaciones de las distintas instituciones”, sostuvo la psicóloga.
Sobre la posible continuidad de la encuesta, las investigadoras se mostraron reservadas. Para ellas, depende de que las autoridades usen los resultados obtenidos en políticas concretas para poder evaluar el comportamiento en un plazo de tres a cinco años. Y otro factor definitorio radica en la disponibilidad de recursos.
“A lo mejor (la investigación) se deriva en otra encuesta para profundizar en alguno de los módulos específicos, como el uso del tiempo”, estimó Anays Montequín, que es investigadora del Cepde.
Con grandes avances en participación femenina, la Enig-2016 permite corroborar logros en la emancipación de las mujeres y de los hombres, aunque avala con datos nacionales la persistencia de problemas como la violencia en la pareja, desigualdades territoriales y la sobrecarga doméstica y de cuidados en los hombros femeninos.
Edición: Estrella Gutiérrez