Inclusión social protagoniza elecciones de Venezuela

Una mujer de 85 años aprende a leer en 2004 gracias al Plan Nacional de Alfabetización en Isla Borracha, Anzoátegui, Venezuela Crédito: Franklin Reyes/J.Rebelde CC BY 2.0
Una mujer de 85 años aprende a leer en 2004 gracias al Plan Nacional de Alfabetización en Isla Borracha, Anzoátegui, Venezuela Crédito: Franklin Reyes/J.Rebelde CC BY 2.0

Gane quien gane la Presidencia de Venezuela el domingo 7, lo hará impulsado por la idea de inclusión social como gran protagonista de la oferta a un electorado que modificó su ADN sociopolítico en la última década.

"La gente cambió y hay ahora un deseo de participación e involucramiento en el debate público, con una maduración ciudadana y democrática, en una renovación política que se da sobre todo en los sectores populares", dijo Oscar Schémel, presidente de una encuestadora que pronostica el triunfo del presidente Hugo Chávez.

"Darle renovado valor a la inclusión social, a los programas sociales, y creer en que él sí trasladará a hechos promesas no fructificadas por la ineficiencia del gobierno, permiten a Henrique Capriles nutrirse de un electorado transversal a todas las capas sociales", apuntó Saúl Cabrera, vicepresidente de una encuestadora que anticipa la victoria del candidato opositor.

Chávez ganó las elecciones de 1998 "surfeando" el fin del modelo bipartidista que había regido la democracia venezolana desde 1959, recordó el analista de izquierda tradicional Manuel Felipe Sierra. "Ahora emergió un contrapoder, una nueva generación que asume los valores de la inclusión, el interés por lo público y los programas de equidad social", dijo este crítico del mandatario.

Capriles, un abogado de 40 años, llegó a la política como diputado cuando Chávez llegó al gobierno, y su candidatura unifica a la oposición, desde la derecha a la izquierda. No ofrece una modificación del modelo vigente, sino "una rectificación", para hacerlo más eficiente, conciliador o democrático, coincidieron los analistas consultados por IPS.
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"Se mantiene un respaldo mayoritario al modelo de inclusión, y eso explica el apoyo al presidente, pese al descontento y malestar por su gestión", explicó Schémel, de la agencia de inteligencia y opinión pública Hinterlaces.

Schémel subrayó que la "oferta fundamental de Capriles es continuar con el modelo, pero con más eficiencia" y por ello sus estudios muestran que "no es una amenaza al modelo de inclusión y programas sociales". No genera rechazo, dijo, "pero tampoco convence por percibirse como tecnócrata".

En un sondeo realizado por Hinterlaces entre el 10 y el 22 de septiembre, seis de cada 10 entrevistados consideraron que la "revolución bolivariana" de Chávez "ayudó a Venezuela". Como resultado, el presidente sería reelegido con un margen de entre nueve y 12 por ciento, en su peor escenario, aunque Capriles mejora sus porcentajes.

Sierra precisó que la remontada de Capriles que muestran las encuestas no vinculadas directamente al gobierno, se debe a una propuesta que afianza la inclusión social en democracia sobre el socialismo, la "evolución" sobre la revolución y la conciliación sobre la confrontación.

En estos comicios, el gobierno "no tiene enfrente una derecha recalcitrante, el capitalismo o el imperio, sino una opción que, si no cuadra ideológicamente con el discurso chavista, no es opuesta", planteó.

En la tribuna, Chávez presenta a Capriles como exponente de la gran burguesía, recordando su acomodada y empresaria familia, testaferro del imperio (en referencia a Estados Unidos) o líder de la política tradicional, y ha impuesto que adeptos y ministros lo llamen "el majunche", un insulto local equivalente a "poca cosa".

Capriles fue alcalde de un municipio de Caracas por dos periodos y conquistó después la gobernación del noroccidental estado de Miranda, un microcosmos social y económico del país. Se define como progresista o de centroizquierda y repite que su modelo de gobierno es el del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011).

Este lunes 1, en un encuentro con periodistas internacionales, Capriles subrayó una vez más que el mandatario supo despertar "una gran esperanza en el pueblo, del fin de la exclusión social", pero criticó que lo traicionó con mala gestión y corrupción.

También dijo que, "quien no haya reflexionado y aprendido sobre lo que sucedió en este país desde 1998 y pretenda volver al pasado, no ha entendido nada", y reiteró que, en caso de ser elegido, fortalecerá las misiones sociales promovidas por Chávez desde 2004, dándoles incluso rango legal.

Las misiones son un conjunto de programas concebidos para abatir la alta pobreza en un país de riqueza petrolera. Incluyen planes alimentarios, de salud, de educación, de empleo y de vivienda.

Ellas, dijo Schémel, consolidaron "la conexión religiosa" de los sectores populares con el presidente, y "convirtieron el chavismo en una cultura cívico-militar".

Según cifras oficiales, entre 1999 y 2010 la proporción de población pobre se redujo de 49 a 28 por ciento en un país de casi 30 millones de habitantes.

La candidatura de Capriles es apoyada por una amalgama de partidos tradicionales, sectores de neoderecha, grupos exguerrilleros y frentes progresistas de líderes regionales y figuras desgajadas del chavismo.

Cabrera consideró que "la emoción la despierta Capriles", manifiesta en multitudinarias concentraciones, y obedece a que logró romper "el concepto de lucha de clases en que apoyó Chávez sus triunfos electorales posteriores a 1998". Adujo que el presidente "contrapone todo el enorme peso del Estado, pero no manda en la calle".

Además, opinó, con Capriles "hay una obra a la que mirar", en especial sus programas sociales en Miranda, donde se asienta parte de Caracas, como el del Hambre Cero, o sus efectivas respuestas a emergencias naturales.

La encuestadora de Cabrera, Consultores21, es la que primero apostó por el triunfo de Capriles en una justa "muy reñida". En el sondeo que dio a conocer la última semana de septiembre le otorga 48,9 por ciento de intención de voto, frente a 45,7 por ciento para Chávez.

Otras tres encuestas divulgadas el domingo 30, último día que podían publicarse, pasaron a dar a Capriles con una intención de voto de hasta 53 por ciento, si bien la mayoría de las empresas mantuvieron en sus últimos sondeos al presidente como el más probable ganador, aunque acortando mucho la brecha entre los dos candidatos.

Otro factor que juega, planteó Cabrera, es que Chávez supo ofrecer algo nuevo en cada una de las anteriores convocatorias a las urnas. "Pero, tras 13 años, su oferta no tiene nada renovador", aseveró.

El analista también tocó otro aspecto que ha incidido en esta campaña, aunque haya sido soslayado: la enfermedad del presidente, de 58 años, que padeció un cáncer en 2011 del que se declara curado, mientras sus actos de masas se limitaron respecto de anteriores campañas.

"Las imágenes de un Chávez cansado, engordado, ojeroso", chocan "con el imaginario del electorado sobre él", afirmó.

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