PAKISTÁN: El hospital viene a casa

Como no tenía dinero para consultar a un médico, Gul Lakhta, de 50 años, se había resignado a quedar ciego, hasta que un «hospital móvil» llegó a su aldea ubicada en la agencia pakistaní de Bajaur, en las Áreas Tribales Federalmente Administradas, sobre la escarpada frontera con Afganistán.

"Me operaron el mismo día. Ahora mi visión es excelente", dijo Lakhta, beneficiario del Programa de Hospitales Móviles iniciado en 2003 por el gobierno pakistaní para brindar atención a la salud a habitantes de las áreas devastadas por la guerra en el norte.

Después de que una coalición liderada por Estados Unidos derrocó en 2001 al movimiento islamista Talibán, que gobernaba Afganistán desde 1996, sus dirigentes huyeron por la frontera hacia las Áreas Tribales Federalmente Administradas (FATA) y las zonas adyacentes, a las que llevaron su ideología fundamentalista y su cultura de violencia.

Poco después, el Talibán lanzó una campaña de ataques con explosivos contra sus anfitriones, tomando por blanco a escuelas, centros de salud, mercados, edificios y fuerzas del gobierno. Todo esto hizo que prácticamente se paralizara la vida en las siete agencias que constituyen las FATA.

"En el proceso, los insurgentes del Talibán también destruyeron 60 centros de salud, obligando a los pacientes a viajar a Peshawar y más allá para buscar tratamiento incluso para enfermedades menores", dijo el médico Niaz Afridi, director del Programa de Hospitales Móviles en las FATA.
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El gobierno de Pakistán asigna a ese programa el equivalente a 660.000 dólares anuales, y hay planes de expandirlo, dijo Afridi.

Estas clínicas sobre ruedas han resultado una bendición para los pacientes, porque están bien equipadas y son atendidas por personal dedicado. Actualmente brindan tratamiento a 90.000 personas al año.

"También organizamos campamentos médicos en áreas que resultan inaccesibles para los trabajadores médicos comunes, y nuestros equipos médicos visitan las áreas más remotas, para llegar a los pacientes y brindarles diagnóstico y tratamiento gratuitos", explicó Afridi.

El encargado del desarrollo de servicios de salud en las FATA, el médico Nauman Mujahid, dijo que en el programa trabajan 150 personas, entre ellas cirujanos, ginecólogos, oftalmólogos y dentistas.

Cada vehículo está equipado con un generador eléctrico que permite el funcionamiento de un quirófano móvil, una unidad dental, un aparato de rayos X y un ecógrafo, así como de laboratorios para un diagnóstico rápido.

"Los pacientes muy enfermos que requieren hospitalización son remitidos a centros de cuidados terciarios en Peshawar", dijo Mujahid.

El programa empezó cuando el gobierno de Corea del Sur donó 14 unidades clínicas móviles en 2003, para ayudar a la población de las zonas de las FATA afectadas por la insurgencia.

Aunque el proceso de reconstrucción de centros de salud dañados está en marcha, el programa continuará –gracias a su popularidad- funcionando en las FATA con una flota que el gobierno aumentó en 2010.

Los hospitales móviles son particularmente efectivos en garantizar que los pacientes que necesitan tratamiento farmacológico durante varios meses reciban sus dosis. Este es el caso, particularmente, de los pacientes con tuberculosis que, de no ser tratados adecuadamente, pueden desarrollar cepas resistentes a los medicamentos que pongan en peligro a toda la comunidad.

A Waqar Ali, de 46 años, le diagnosticaron tuberculosis hace tres meses en un campamento médico de Waziristán del Norte. Ahora está medicado, y debe continuar el tratamiento por ocho meses.

"Me siento mejor y realizo mis actividades agrícolas como una persona normal", dijo a IPS.

Las autoridades se preocupan por notificar con una semana de anticipación a la población de áreas donde se realizarán los campamentos. A menudo se hacen anuncios desde las mezquitas.

La ginecóloga Bilqees Qayyum, que trabaja para el programa, dijo a IPS que a menudo la gente llega en bandadas a los campamentos médicos, con una variedad de quejas.

"Además de administrar campamentos para brindar a los pacientes tratamientos de rutina, también vamos a las áreas azotadas por brotes de enfermedades, como sarampión, gastroenteritis y diarrea", señaló.

"Fuimos los primeros en llegar a la división de Hazara, en Khyber Pakhtunkhwa (ex Provincia de la Frontera Noroccidental) cuando fue golpeada por un enorme terremoto en 2005", agregó.

El Programa de Hospitales Móviles jugó un rol significativo en brindar asistencia médica a desplazados por las operaciones militares dirigidas en 2009 contra el Talibán en el distrito de Swat.

Al año siguiente, el programa demostró su valía al brindar servicios de emergencia a personas afectadas por las inundaciones en los distritos de Nowshera y Charsadda, en Khyber Pakhtunkhwa.

"El gobierno ha otorgado certificados de elogio a nuestros médicos, paramédicos y enfermeros altamente capacitados, por su excelente desempeño en las emergencias", dijo Qayyum.

En 2011, los cirujanos del programa operaron a 13.000 pacientes, dijo a IPS el director de servicios de salud en las FATA, Fawad Khan.

"Dado el éxito del Programa de Hospitales Móviles, los gobiernos de Khyber Pakhtunkhwa y Punjab nos han pedido que implementemos un programa similar para ellos", señaló.

"Nuestros equipos ya visitan estas provincias en emergencias", añadió.

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