MUJERES-SUDÁN DEL SUR: Con las esperanzas puestas en la independencia

Jessicah Foni espera que las nuevas autoridades de Sudán del Sur construyan centros de salud cerca de su alejada aldea, pues ya perdió dos hijos por la falta de asistencia médica.

La mujer de 36 años, quien tiene ocho hijos, llegó hasta la capital del flamante país para celebrar la independencia de Sudán del Sur, declarada el sábado. "Vengo de una aldea muy alejada que está lejos de un centro médico. Perdí dos hijos por problemas en el parto. Nuestro nuevo gobierno debe construir hospitales para que tengamos medicamentos", señaló.

Sudán del Sur tiene una de las tasas de mortalidad materna e infantil más altas del mundo. Mueren 2.054 mujeres cada 100.000 nacidos vivos.

Las duras y desfavorables condiciones de vida, sumadas a la escasez de servicios de salud básicos, contribuyen al mal estado sanitario de la población, señaló Abdinasir Abubakar, responsable de la oficina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Sudán del Sur.

En 2008 murieron 102 bebés cada 1.000 nacidos vivos, según la encuesta de salud de hogares y el Informe Mundial sobre el Estatus de la Infancia, realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
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También señala que 48 por ciento de las sudanesas se controlan el embarazo, en tanto 13 por ciento paren en hospitales, donde 10 por ciento del personal está capacitado.

Grace Joan, de 26 años, tiene cinco hijos y ninguno nació en un hospital.

"Cuando llega el momento, llamo a una vecina para que me ayude en el parto. Pero estoy contenta de que seamos libres, lo que permitirá que el gobierno cree centros de salud para toda la población y que las mujeres y los niños ya no se mueran de enfermedades prevenibles", señaló.

Sólo 25 por ciento de las mujeres de Sudán del Sur tienen acceso a centros de salud, señaló Abubakar.

"Las principales enfermedades infecciosas diagnosticadas son malaria (paludismo), neumonía y diarrea. Junto con la desnutrición son las principales causas de la morbilidad y la mortalidad de los menores de cinco años", indicó.

Funcionarios y dirigentes políticos coinciden en que el gobierno de Sudán del Sur, que asumió el sábado, debe priorizar la salud.

La subsecretaria de Salud, Olivia Lomoro, señaló que el gobierno está al tanto de la situación y dispuso sistemas para atender el problema.

"Desde que se firmó el Acuerdo General de Paz hace cinco años, el gobierno se hizo cargo del pago de los salarios del sector. También es responsable de adquirir y distribuir medicamentos en los centros de salud. Organizamos el primer simposio en junio para discutir cómo mejorar la situación", indicó.

La vida en Juba es muy cara y la gente prefiere comprar comida antes que medicamentos, aun si está enferma, señaló Robert Kimani, quien tiene una pequeña farmacia en la capital.

El gobierno debería promover el uso de los servicios médicos existentes, señaló Meshack Adan, quien trabaja en el hospital de referencia de Juba, el más grande del país.

El gobierno redactó en colaboración con la OMS un marco nacional de salud de cinco años que lo compromete a atender el problema. El programa permitirá que las autoridades ofrezcan capacitación al personal y así atender la grave carencia y lograr una mejor atención, indicó Lomoro.

Solo 10 por ciento del personal está capacitado, subrayó Abubakar. Es urgente formar médicos y parteras, entre otros, para mejorar el servicio ofrecido a la población.

También urgió al gobierno a reconstruir los centros médicos destruidos y mejorar la infraestructura para que el personal pueda responder a las emergencias.

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