Los esfuerzos ahora están puestos en lograr que se cumplan los acuerdos con los empresarios y el gobierno de España, pero la huelga general es una herramienta que está siempre a mano, advirtió Cándido Méndez, secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT).
Méndez dejó el alerta sobre la mesa al hablar con IPS tras firmar este miércoles, en conjunto con Ignacio Fernández Toxo, secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), un Pacto Social y Económico con el gobierno, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales y la Confederación Española de Pequeñas y Medianas Empresas.
Así como el trabajo es la "herramienta" que los empleados utilizan toda su vida para mantenerse ellos y sus familias, el paro de actividades es una manera clara de hacer valer su fuerza y defender sus derechos, agregó Méndez.
La última huelga general en España convocada por UGT, afín al gobernante Partido Socialista Obrero Español, y CCOO, próxima al Partido Comunista, fue el 29 de septiembre de 2010, con un acatamiento que dejó satisfecho a sus dirigentes, pese a que el gobierno y los empresarios consideraron que no contó con un apoyo mayoritario.
El líder de la UGT destacó también que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero cambió en las negociaciones su posición inicial, manifestada semanas atrás y que pensaba plantear en el Parlamento. De esa manera atendió buena parte de lo planteado por los sindicalistas, indicó.
Lo más importante del acuerdo es la reforma del sistema de pensiones, que alargará la edad de jubilación de los actuales 65 años a los 67 años. También incluye pactos en materia laboral, energética e industrial.
Fernández Toxo precisó que todavía falta algo que debe hacer el gobierno, que es "convocar también a los partidos de la oposición" para que participen pues, aclaró, "necesitamos al conjunto de los actores" de la sociedad española.
Además pidió a todos los partidos que impulsen "el desarrollo en el Parlamento de las medidas que hemos acordado" y, como destaque, reclamó que no se impulse un nacionalismo español sino la unificación de Europa.
La Unión Europea tiene una moneda única, pero no un gobierno económico y eso es lo que hay que lograr, es decir una autoridad europea ejecutiva, indicó
Eso, explicó Fernández Toxo, debe hacerse ahora, sin perder tiempo.
Para vencer la crisis económica, nacida en Estados Unidos y que afecta ahora especialmente a Europa, se requieren medidas más estructurales, una revisión profunda del sistema fiscal y resolver los problemas de la estructura financiera, entre otras cosas para evitar la fuga de capitales y la evasión de impuestos mediante empresas radicadas en paraísos fiscales.
Méndez, a su vez, planteó este miércoles en un foro con empresarios, sindicalistas y políticos, que las 130.930 personas registradas como desocupadas en enero, además de ser una cantidad "francamente mala", "pone de manifiesto la ineficacia de las medidas unilaterales y la incapacidad de resolver los problemas con políticas que se basan sólo en la caída de los costos laborales".
Ambos dirigentes de las dos mayores centrales sindicales españolas coincidieron al atribuir a políticas erróneas del gobierno el agravamiento de los problemas que sufre el mundo laboral. Méndez puntualizó que, "sin empleo no habrá seguridad social" y que el sistema de pensiones necesita reformas para ser sostenible.
Entre las acciones negativas implementadas por el gobierno señaló que, mientras dispuso un alza de 10 por ciento en las tarifas eléctricas, el mismo día aumentó en uno por ciento el salario mínimo.
En esa línea, subrayó que los problemas que afronta el país no se deben solo a la crisis financiera internacional, sino que hay cuestiones nacionales que deben ser corregidas, como la política industrial y la energética.
España, con 48 millones de habitantes, registra hoy 4,7 millones de desocupados, el nivel más alto de toda su historia, según la Encuesta de Población Activa publicada por el Instituto Nacional de Estadísticas. Esa cantidad equivale a 20,33 por ciento de los ciudadanos en edad laboral, el doble de la media de la Unión Europea.
Un aspecto particularmente negativo es que la gran cantidad de hogares en el que todos sus integrantes carecen de empleo, que suman 1,2 millones de personas.
No obstante, desde el gobierno de Zapatero se mira con ojos positivos. El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, sostuvo que "las grandes naciones salen fortalecidas de las crisis económicas".
Gómez destacó el "éxito colectivo" del Acuerdo firmado este miércoles, con el papel activo de los sindicatos y los empresarios que "en momentos difíciles han planteado alternativas y fórmulas para sortear los bloqueos y superar los riesgos de fracaso".
Zapatero dijo que España va a "demostrar que estamos en ese grupo de grandes naciones que saben ponerse en pie tras graves dificultades".
Por su parte, Mariano Rajoy, líder de la principal fuerza de oposición, el centroderechista Partido Popular (PP), criticó al gobierno por haber negociado solo con los sindicatos y los empresarios y ahora le pide a los demás partidos que se sumen al acuerdo.
Pero manifestó que su partido tiene buena disposición para apoyar el convenio, supeditado a un examen previo de los detalles del mismo.
La coalición Izquierda Unida (IU), próxima al PC, también cuestionó con dureza al gobierno, señalando que el acuerdo supondrá una reducción de un promedio de 20 por ciento de las pensiones que cobrarán los futuros jubilados y que "reducirá en tres puntos del producto interno bruto la participación de las rentas salariales en la renta nacional".
Así las cosas, el Acuerdo se discutirá en el Parlamento y todo permite prever que, salvo pequeñas modificaciones, será aprobado y puesto en marcha.
