Nuevas variedades de trigo para salvar cosechas en Etiopía

Como la mayoría de los agricultores en Etiopía, Jundi Hajji confiaba en que lo que ganaría con sus cosechas sería suficiente para alimentar a su familia de ocho hasta el año próximo.

Jundi Hajji teme que toda su plantación se arruine. Crédito: Omer Redi/IPS
Jundi Hajji teme que toda su plantación se arruine. Crédito: Omer Redi/IPS
Pero ahora que una epidemia de la mancha amarilla del trigo afecta a todo el país, teme quedarse sin sustento. Esa enfermedad atrofia y debilita a la planta, y puede a veces matar a todo el cultivo.

Hajji tiene una plantación de cinco hectáreas en la aldea de Gadab Assassa, en el distrito rural de Qawa, corazón de la producción de trigo en Etiopía. Es uno de los millones de agricultores cuyos cultivos se ven amenazados por la epidemia.

Solía cosechar hasta seis toneladas de trigo por hectárea. "Esta vez, creo que voy a terminar sin cosecha alguna", dijo a IPS.

La epidemia alcanzó a todas las zonas de cultivo de trigo en Etiopía, abarcando a más de dos millones de hectáreas, y podría causar una pérdida de más de 50 por ciento de la cosecha a menos que los agricultores utilicen pesticidas en cuestión de semanas, alertó Solomon Gelalcha, director del Centro de Investigación Agrícola Qulumsa, organización dependiente del Instituto Etíope de Investigación Agrícola.
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Pero el brote estalló justo cuando expertos acaban de desarrollar dos nuevas variedades de trigo que podrían resistir la enfermedad, así como otros múltiples patógenos.

Los nuevos tipos de trigo, aún sin nombre oficial ni disponibles al público, fueron desarrollados por expertos en Qulumsa gracias un nuevo enfoque que trata de darle al producto resistencia ante cualquier plaga.

Antes se adoptaba un enfoque de "resistencia vertical", esto es, concentrado en un solo patógeno. El trigo así era vulnerable a nuevas enfermedades.

"La resistencia se acababa cuando el patógeno evolucionaba o mutaba", explicó Gelalcha. "Pero el nuevo enfoque de resistencia horizontal le da al trigo múltiples genes que se complementan entre sí frente a los diversos patógenos".

El efecto acumulativo o aditivo de la "resistencia horizontal" hará que a las plagas les tome más tiempo afectar el trigo, si es que logran hacerlo. Para ese entonces, el producto estará pronto para ser cosechado, explicó Gelalcha.

Las variedades han demostrado ser resistentes a las manchas amarillas en los tallos y en las hojas cuando fueron probadas en las plantaciones de Qulumsa. Sin embargo, aún deben ser avaladas por el Comité de de Aprobación de Semillas del Ministerio de Agricultura. La autorización y distribución generalmente toma años.

Pero los cultivadores no pueden esperar tanto. "El estado de las cosechas de trigo en Etiopía este año no es bueno para nada", dijo Gelalcha a IPS. "Como la temporada de lluvias se adelantó varios meses, las esporas (que propagan la enfermedad) se acumularon en casi todas las áreas de cultivo".

La mayor parte de estas zonas se encuentran a alta y mediana altitud, lo que las hace más vulnerables.

Algunos patólogos temen que las pérdidas podrían llegar a ser incluso de hasta 90 por ciento.

Por ahora el gobierno ha fumigado unas pocas plantaciones privadas y estatales. La mayoría de los agricultores deben pagar para que sus campos reciban los plaguicidas.

Hajji pagó 150 dólares para que se rociaran 2,5 litros de químicos dos veces sobre su trigo. Pero no está seguro de que eso salve a su producción. Recién podrá ver los resultados en octubre, cuando la cosecha alcanzará su madurez.

La mayoría de los agricultores no pueden pagar las fumigaciones, y algunos se quejan de que los químicos son escasos.

Pero el viceministro de Agricultura, Abera Derressa, dijo a IPS que el gobierno importó el 13 de este mes más de 1,2 millones de dólares en plaguicidas. "Habrá una pérdida menor. Ahora que están disponibles los químicos salvaremos la mayor parte de nuestra cosecha", aseguró Derressa.

Mientras, Qulumsa intenta distribuir las nuevas variedades antes de que sean oficialmente aprobadas. Los expertos esperan que, para 2011, al menos cinco por ciento de los agricultores tengan acceso al nuevo trigo.

"En la próxima temporada, al menos cinco por ciento de los agricultores obtendrán nuevas variedades", dijo Gelalcha. Si los millones de cultivadores como Hajji sobreviven a la epidemia esta vez, podrían estar entre los afortunados.

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