Mujeres aún presas de la brecha tecnológica

Después de levantarse de la cama, Ghadeer Malek revisa su cuenta de la red social Facebook para ver noticias y mensajes relacionados con su trabajo feminista.

Esta rutina ilustra cómo las mujeres jóvenes tienden a recurrir más y más a las nuevas herramientas tecnológicas, aunque ese uso sigue siendo aún incipiente, según expertas participantes en la Conferencia Mundial de la Juventud.

En el panel "Empoderamiento de las mujeres mediante el uso innovador de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC)", delegadas de organizaciones no gubernamentales compartieron sus experiencias este martes, en la segunda jornada de actividades de la Conferencia que se realiza en León, 202 kilómetros al norte de la capital de México.

"Las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes tienen menos familiaridad con las técnicas nuevas de comunicación", dijo a IPS la española Inés Alberdi, directora ejecutiva del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem), que hoy forma parte de la flamante agencia ONU Mujeres.

"La igualdad de oportunidades es un tema clave para la futura autonomía de mujeres jóvenes y el no estar en términos equilibrados con los varones, en uso, familiaridad y conocimiento de nuevas técnicas, es muy grave", enfatizó Alberdi, encargada de inaugurar la Conferencia en este 2010, declarado por la ONU el Año Internacional de la Juventud.

Esta actividad, organizada por el gobierno mexicano y que reúne a 2.500 participantes de todo el mundo, finalizará este viernes 27 con una declaración que empuje a la ONU (Organización de las Naciones Unidas) a promover más políticas para ese segmento de la población.

"La tecnología puede ayudar a las mujeres a cambiar el status quo", sostuvo Abby Blechman Goldberg, directora de Género para América Latina y el Caribe de la organización Estadounidense Digital Democracy.

Esa institución ha desarrollado un proyecto en Haití, a raíz del terremoto de enero pasado que causó la muerte a más de 220.000 personas, que gira en torno al uso de teléfonos celulares y cámaras digitales entre las mujeres para comunicarse y responder a agresiones.

"Nos enfocamos en apoyar el activismo para estar más integrado en el movimiento. Podemos conectar redes e ideas y construir visiones en una forma estratégica, no sólo pasar información", declaró Malek, integrante del Programa de Activismo Feminista Joven de la Asociación por los Derechos de las Mujeres en Desarrollo (AWID, por sus siglas en inglés) en su intervención en el panel.

En América Latina hay unos 180 millones de navegantes en Internet, con una penetración de 30,5 por ciento, según datos de diversas consultoras dedicas al estudio de la red. Las mujeres representan arriba de 45 por ciento. En México hay unos 27 millones de usuarios de la ciberautopista.

El 81,9 por ciento de los internautas de la región posee una cuenta en alguna de las redes sociales como Facebook o Twitter.

Facebook atrae a 49 por ciento de la audiencia, con México como el país con mayor número de registrados. El 94 por ciento de las cibernautas emplea alguna red social.

En 2007, cinco instituciones, entre ellas el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y Unifem, crearon la Red Internacional de Información sobre Mujeres y Política para promover la participación de género en esa actividad.

"Confiamos en conectar a las mujeres a la política, que no se sientan intimidadas de que la política es un trabajo sucio", manifestó Piyoo Kochar, facilitadora de redes del proyecto.

En el mundo, 18 por ciento de las bancas parlamentarias están ocupadas por mujeres y las ministras representan 16 por ciento.

La popularidad de Internet llevó a Unifem a expandir su proyecto Di-NO Únete, Plataforma Global para defensa y acción en Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y Niñas lanzada en 2007 con el objetivo de reunir un millón de firmas en contra de ese flagelo.

Unifem relanzó el año pasado la iniciativa, luego de recabar más de cinco millones de firmas y con la adhesión de cientos de organizaciones no gubernamentales, 70 gobiernos, 200 ministros y 700 legisladores de todo el globo.

"Ha desembocado en mucho más, en una plataforma de comunicación y asesoría. Muestra el trabajo en el terreno de organizaciones y activistas", explicó Urjasi Rudra, coordinadora de la campaña.

En México, la no gubernamental Cuidemos el Voto, dirigida a denunciar anomalías en las elecciones locales, adaptó por primera vez al español la plataforma tecnológica Ushahidi, desarrollada en 2008 por la organización del mismo nombre de Kenia, y habilitada para enviar información vía mensajes de texto, correos electrónicos o páginas web.

"Cuando ocurre un suceso dramático, queremos la mayor información posible. Si por alguna razón tu voz es silenciada, Internet ofrece muchas herramientas para poder decir lo que vemos y lo que está pasando", declaró Juliana Chebet Rotich, cofundadora de Ushahidi, que significa "testimonio" en lengua suahili.

Cuidemos el Voto recibió reportes de organizaciones no gubernamentales y de ciudadanos sobre alteración de urnas, falsificación de resultados y compra de votos.

A criterio de Malek, los retos se vinculan a los idiomas empleados, el acceso, especialmente en las comunidades rurales, la capacitación y el uso de las TIC en términos de género, para que las féminas no sean sólo usuarias o blogueras, sino también programadoras o desarrolladoras de software.

"El mayor desafío es asegurarse que todos los grupos de mujeres jóvenes, que muchas veces están marginadas y tienen una mayor desventaja, especialmente en los países en desarrollo, adquieran esas habilidades y capacidades y puedan acceder a esas tecnologías para empoderarse", refirió Alberdi.

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