Portugal amenazado por tentáculos de la especulación financiera

Los preocupantes indicadores económicos y las previsiones pesimistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) están convirtiendo rápidamente a Portugal en un blanco preferencial del capital internacional especulativo.

El historiador y diputado independiente Rui Tavares describió en tribunas de la prensa local a todos los actores financieros internacionales que se aprestan para el ataque a la frágil economía portuguesa, como "pulpo-vampiros gigantes que engañan por dinero".

El FMI revisó el martes, en fuerte descenso, su proyección de crecimiento de la economía lusa este año.

En lugar de 0,7 por ciento de crecimiento estimado por el gobierno del primer ministro socialista José Sócrates, el organismo multilateral de crédito prevé 0,3 por ciento, lo cual significa menos de la mitad del promedio de uno por ciento previsto para el conjunto de los 16 países da la llamada zona euro.

Si la economía lusa entra en recesión perderá por los menos 90.000 puestos de trabajo este año, con un índice de desocupación que alcanzará a 11 por ciento de la población económicamente, estima el FMI. Eso coloca a Portugal en el segundo lugar como uno de los países que más pueden contribuir a perturbar la zona euro, luego de Grecia.

Una situación de recesión sería particularmente grave para vastas capas de la sociedad de Portugal, que junto a Bulgaria y Letonia, es de los países de la Unión Europea (UE) con mayores desigualdades socioeconómicas.

En la práctica, esto significa que cerca de dos millones de portugueses, un quinto de la población, no tendrán un ingreso que les asegure niveles mínimos de vida decente, situación que convierte a las familias lusitanas mucho más vulnerables que las helénicas.

En un reciente artículo, que tituló "El próximo problema global: Portugal", Simon Johnson, ex economista jefe del FMI, aseguró que este país es el próximo objetivo de los mercados financieros porque, como Grecia, "esta al borde la bancarrota".

El ministro de Finanzas de Portugal, Fernando Teixeira dos Santos, calificó de "disparate" el artículo de Johnson.

"En un mundo de expresión libre pueden escribirse disparates sin fundamento", reveladores de "la ignorancia sobre las diferencia que existen entre los varios países de la zona euro", sostuvo.

De poco sirvió la indignación del ministro. Eurostat, el sistema estadístico de la UE, corroboró el jueves los recelos sobre la salud de la economía portuguesa y de otros cuatro países del bloque de 27 estados.

Portugal reportó el quinto mayor déficit presupuestario de la UE en 2009, con 9,4 por ciento del producto interno bruto (PIB). La lista es encabezada por Irlanda, con 14,3 por ciento, seguida de Grecia con 13,6, Gran Bretaña con 11,5, y España con 11,2 por ciento, indicó Eurostat.

Teixeira dos Santos señaló que Portugal y Grecia no son situaciones iguales, tanto "a nivel del déficit como por el nivel de la deuda, lo que de partida, le hace sustancialmente diferente de la situación griega".

Portugal dispone de instituciones de estadística "más sólidas, creíbles y confiables" que las de Grecia, y cuenta con un sistema bancario "que ha revelado una solidez muy importante", añadió.

El profesor universitario de economía Mario Gómez dijo a IPS que "el costo de ser miembro de un club de ricos ha sido que no existen mecanismos de corrección y de ajuste a las pérdidas de competitividad.

Cuando se tiene una tasa de cambio fija, lo que representó la trasformación del escudo en euro, agravado por la propia valorización del euro respecto del dólar, la competitividad se mantiene o incrementa por aumento de la productividad del trabajo".

Esto "no ha sucedido en Portugal desde 2000", con una situación "que se ha ido agravando, lo que ha exigido un financiamiento externo continuo y creciente", que ha obligado a un esquema de financiamiento con emisión de deuda solo para pagar los intereses.

Frente a esto, "la colocación de la deuda ha sido fruto de especulación, con los mercados prestos a anticipar racionalmente la incapacidad de pagar la deuda por el Estado, elevando el premio de riesgo hasta cinco por ciento, solo más bajo que el siete por ciento griego.

El gobierno portugués ha propuesto un plan que ha sido criticado por la oposición, los sindicatos y puesto en tela de juicio por analistas extranjeros, desvalorizando el rating portugués".

Portugal "pagará más intereses de su deuda, en un clima de estancamiento económico, de congelamiento de sueldos, de creciente desempleo", lo que forma "un cuadro negro en medio de un juego político" donde la oposición conservadora propone mas cortes y nuevas privatizaciones.

"Los pobres que esperen y los ricos aún no tienen alternativa al PS de Sócrates", concluyó el economista.

Tavares sostiene que "no vale la pena negarlo como hizo el ministro Teixeira dos Santos. Tengo malas noticias: la próxima cena del pulpo-vampiro gigante es un pequeño país llamado Portugal".

Los señales son visibles, "en una prensa financiera internacional que ahora se muestra interesada por nuestros problemitas, unas veces con buenas intenciones, otras con malas, que identifican en nosotros el próximo causante de problemas euro-globales, una especie de volcán (islandés) Eyjafjallajokull para la economía".

La UE, "después de mucha vacilación, prometió dinero en serio para Grecia, 39.800 millones de dólares, pero no fue capaz de garantizar de partida algo que les resultaba gratis: la cohesión política", añadió.

"Y viendo que los países europeos no son solidarios entre ellos, el pulpo gigante se dirige hacia su próxima víctima", concluyó.

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