JORDANIA: Palestinos despojados de su ciudadanía

El gobierno de Jordania debe dejar de revocar de manera arbitraria la nacionalidad de los ciudadanos de origen palestino, exhortó la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW).

En su nuevo informe titulado "Stateless Again: Palestinian-Origin Jordanians Deprived of their Nationality" (Apátridas otra vez: jordanos de origen palestino privados de su nacionalidad), HRW detalla las acciones del gobierno jordano entre 2004 y 2008 para despojar a más de 2.700 jordanos palestinos de su ciudadanía.

El grupo con sede en Nueva York sostiene que esa política continuó también en 2009 y destacó que los perjudicados pierden sus derechos a la educación pública y a la atención de la salud, entre otros.

"Funcionarios despóticos están revocando la nacionalidad de manera totalmente arbitraria… Un día eres jordano y al otro estás despojado de tus derechos como ciudadano en tu propio país", denunció Sarah Leah Whitson, directora de HRW para Medio Oriente.

Autoridades jordanas rechazaron las críticas a esta práctica y arguyeron que se utiliza para contrarrestar una futura estrategia israelí para transferir población palestina a Jordania desde Cisjordania, controlada por Israel.

Los ciudadanos jordanos de origen palestino constituyen más de la mitad de los 6,3 millones de habitantes de Jordania, según la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

Esta política jordana descrita por HRW en su informe divulgado el lunes, está directamente relacionada con los permisos de residencia emitidos por Israel, es decir, las tarjetas de identificación que todos los residentes palestinos de Cisjordania deben portar.

HRW denunció casos de funcionarios jordanos que anularon la ciudadanía jordana a palestinos por no poseer los permisos emitidos por Israel, aunque esto no tiene ningún fundamento en la ley jordana.

Las restricciones de Israel a los derechos de residencia de los palestinos en Cisjordania hacen extremadamente difícil obtener esos permisos.

Según el informe, "dados los criterios vagos, cambiantes y aparentemente inescrutables que Israel aplica para otorgar la residencia a las personas de Cisjordania, es arbitrario que Jordania use esos mismos criterios de otro país para mantener o no la nacionalidad jordana".

La idea de una transferencia de población palestina de Cisjordania a Jordania no es nueva, especialmente dentro de la derecha política israelí.

El debate sobre las transferencias de población estuvo en general ausente del discurso político durante el anterior gobierno centrista de Ehud Olmert, pero resurgió el pasado verano boreal en una propuesta de Aryeh Eldad, un parlamentario del partido Unión Nacional, de extrema derecha.

Aunque el presidente Shimon Peres rechazó rápidamente la propuesta considerándola "una alucinación", según el diario israelí Ha’aretz, la sola mención de la idea envalentonó al gobierno jordano en su política de revocación de la ciudadanía de los palestinos.

El pasado verano boreal, poco después de la propuesta de Eldad, el diario The Jordan Times citó a funcionarios que explicaron la práctica de revocación de la ciudadanía como una táctica para "contrarrestar políticas de Israel destinadas a limpiar las tierras palestinas de sus residentes legítimos".

La relación de Jordania con sus vecinos palestinos es compleja y abarca varias generaciones.

El reino hachemita de Jordania, una monarquía constitucional, estaba relativamente deshabitado antes de la llegada de palestinos que debieron huir de sus territorios debido a la fundación de Israel en 1948 y a la guerra de los Seis Días en 1967, en la que Israel ocupó Gaza, Cisjordania, el sur de Líbano, los altos del Golán en Siria y el Sinaí egipcio.

Después de la guerra árabe-israelí de 1948, Jordania se anexó y administró Jerusalén oriental (de mayoría palestina) y Cisjordania. Casi 20 años después, en 1967, Israel capturó esos mismos territorios. Sin embargo, Jordania mantuvo vínculos administrativos con la zona hasta 1988, cuando renunció formalmente a ellos a instancias de la Organización para la Liberación de Palestina.

Pese a ser parte importante de la población, los palestinos de Jordania han sido históricamente discriminados, sostiene el más reciente informe sobre prácticas de derechos humanos por país del Departamento de Estado de Estados Unidos, publicado en 2008.

HRW exhorta al gobierno jordano a "detener el retiro de la nacionalidad a los jordanos de origen palestino… designar una comisión independiente para que estudie todos los casos de revocación de la nacionalidad… y devolver la nacionalidad jordana a todas las personas que fueron arbitrariamente despojadas de ella, basado en las conclusiones de la comisión".

HRW solicitó una reunión con representantes del Ministerio del Interior y presentó una carta de preocupación al gobierno en mayo y en noviembre de 2009. Todavía no ha recibido ninguna respuesta formal.

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