INDÍGENAS-CHILE: Para salvar la lengua kawésqar

Un archivo sonoro de la casi extinta lengua indígena kawésqar, preparado por el etnolingüista Óscar Aguilera y el antropólogo José Tonko, fue donado a diversas instituciones nacionales y extranjeras, con el fin de preservar la cultura de este pueblo originario de los canales australes de Chile.

Sólo quedan siete hablantes de kawésqar en Puerto Edén, una localidad ubicada en la austral región de Magallanes y la Antártica Chilena, casi 3.000 kilómetros al sur de Santiago.

Hay otros kawésqar que la entienden en las más lejanas ciudades de Puerto Natales y Punta Arenas, pero viven aislados y no tienen con quién practicarla, explicó a IPS Aguilera. El archivo de esta lengua indígena, registrado en formato digital, fue donado formalmente el 15 de este mes por Aguilera y Tonko a la estatal Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam) de Chile.

Otras copias fueron entregadas al Archivo de las Lenguas Indígenas de Latinoamérica (AILLA) de la estadounidense Universidad de Texas, a The Cairns Institute de la australiana Universidad James Cook, y al Instituto del Hombre Austral de la chilena Universidad de Magallanes.

El proyecto, ideado por Aguilera y Tonko, de la etnia kawésqar, fue ejecutado por la Fundación para el Desarrollo de la XII Región, financiado por el gobierno regional de Magallanes y la Antártica Chilena, y administrado por la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena.

Estas dos últimas instituciones también fueron depositarias del archivo, que según Aguilera es más que un conjunto de grabaciones de audio.

Se trata de un corpus lingüístico, histórico y etnográfico, que contiene audio, música, fotografías, vídeos, dibujos, mapas y diagramas y que están organizados en una plantilla de metadatos. Su objetivo es preservar no sólo la lengua kawésqar sino que el acervo cultural de esta etnia.

Es posible encontrar relatos de mitos y viajes, textos autobiográficos, descripciones de flora y fauna, narraciones de la vida antigua y moderna e información sobre sus actividades productivas y religiosidad, entre otros aspectos de su cultura.

Los informantes fueron los kawésqar Gabriela Paterito Caac, Francisco Arroyo Sotomayor y Raúl Edén Ullos y las grabaciones se realizaron en 2006 y 2007.

"Estas tres personas fueron elegidas por ser los mejores conocedores de la tradición" de su pueblo, explicó a IPS Aguilera, quien ha publicado un sinnúmero de libros y artículos sobre léxico, fonología, gramática, literatura y cultura kawésqar en los últimos 30 años y es profesor visitante de universidades extranjeras.

Aguilera comenzó a trabajar en 1975 con los kawésqar o alacalufes, uno de los nueve pueblos indígenas reconocidos legalmente por el Estado chileno.

En esa época, la lengua de esta etnia "estaba en vías de extinción y no se sabía nada de los hablantes, excepto lo poco que se encontraba relativamente 'nuevo', porque la documentación de léxico era abundante", recordó.

"La imagen que se tenía de los kawésqar por esos años era que todavía estaban en el paleolítico superior. Me encontré con una realidad diferente. Pocos hablantes, pero su sistema de vida era similar a los chilotes de los canales. Ya habían abandonado todo el sistema de vida antiguo, pero conservaban la lengua", apuntó el investigador.

Según la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen) de 2006, los kawésqar serían poco más de 2.000 personas y representarían 0,2 por ciento de la población indígena del país que asciende a poco más de un millón de personas.

Pero Aguilera asegura que sólo quedan unos 200 descendientes, la mayoría de ellos urbanos, "monolingües del español y desconocedores de la cultura ancestral".

Los kawésqar, vocablo que quiere decir "personas", "seres humanos de carne y hueso", eran nómades marinos que habitaban la zona comprendida entre el golfo de Penas y el estrecho de Magallanes.

Se alimentaban de lobos marinos, peces y mariscos, navegaban en canoas de madera y practicaban el chamanismo. Entre sus ceremonias más importantes figuraba la Kálakai, iniciación de los y las jóvenes a la vida adulta.

Los hombres fabricaban las canoas y cazaban y pescaban, mientras que las mujeres confeccionaban cestas, redes, preparaban las pieles y mariscaban.

A partir de 1930, el contacto de los kawésqar con los "blancos" se hace más o menos permanente, conduciendo al abandono del sistema tradicional de vida, apunta el Informe de la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato con los Pueblos Indígenas, de 2003.

"El archivo sonoro es muy importante para el patrimonio nacional por que es una etnia en extinción. Los investigadores han hecho un trabajo muy acucioso y muy profundo en torno a la lengua" dijo a IPS Soledad Abarca, jefa del Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares de la Dibam.

"La idea es tratar de replicar esta experiencia con otros pueblos originarios y tradiciones populares", acotó Abarca, puesto que el corpus elaborado por Aguilera, Tonko y dos ayudantes es el primero en su tipo en el país.

Para Aguilera, el trabajo está lejos de terminar. "El corpus debe ser procesado. Está en lengua kawésqar. Hay que transcribirlo y traducirlo para que lo utilicen quienes desconocen la lengua. Con José hemos publicado algunos trabajos de este corpus, pero es una cantidad ínfima respecto a la totalidad", explicó.

De su "pretendida" colección del Acervo Cultural Kawésqar, sólo han podido lanzar el "Cuento del pájaro carpintero y su esposa, la mujer tiuque" y "Kalau y Territorio Adyacente.Geografía Kawésqar".

"Para marzo tendremos un tercer volumen, que consiste en una selección de Relatos de Viaje Kawésqar. Tenemos a medio camino otro trabajo sobre tabúes, de lo cual no se sabe nada porque no hay nada publicado al respecto", adelantó.

De todas maneras, las transcripciones, traducciones y todo el material gráfico que se vaya generando, entre ellos sus manuscritos escaneados, serán derivados a las instituciones depositarias para que éstas actualicen el archivo.

Según Aguilera, la conservación del patrimonio lingüístico de las etnias de Chile es "regular" porque la información está "dispersa". Si la persona no es especialista, " es como sumergirse en un océano".

La digitalización de las obras en las bibliotecas está sólo empezando y las publicaciones hechas en el exterior sobre las lenguas de Chile, como el completísimo libro "A Grammar of Mapuche", de Ineke Smeets, sobre el idioma del principal pueblo indígena chileno, no se encuentran disponibles en las bibliotecas nacionales, alegó.

En cuanto a la etnia kawésqar, Aguilera plantea además la necesidad de recopilar su toponimia, que "llevaría a una descripción completísima de la Patagonia Occidental".

"Lamentablemente no tenemos financiamiento para esto. Lo más grave es que este conocimiento es muy frágil, ya que cuando desaparezcan las personas que lo tienen, se perderá para siempre", dice.

http://lenguasaustrales.wordpress.com/a-b/

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