PALESTINA: Atrapados entre el muro y la Línea Verde

Soldados israelíes «tiraron las puertas abajo, atravesaron las casas y las destruyeron», dijo Mohammad Taher Shamasni, alcalde de la aldea cisjordana de Jayyus, en el norte de la Cisjordania palestina.

A las dos de la madrugada del miércoles "atacaron a los habitantes, les robaron dinero, confiscaron computadoras, arrestaron a unos 60 jóvenes e impusieron el toque de queda sobre la aldea. Los soldados israelíes ingresaron a mi casa y arrojaron al suelo lo que había en armarios y roperos", relató Shamasni a IPS. Jayyus, comunidad agrícola de 3.500 habitantes en el distrito de Qalqiliya, fue invadida por soldados israelíes respaldados por perros policía y helicópteros.

La aldea ha sido escenario de frecuentes enfrentamientos entre jóvenes locales, sus simpatizantes israelíes y de otros países, por un lado, y el ejército israelí, por el otro.

Decenas de personas que protestaban contra la continua expropiación de tierras por parte de Israel fueron heridas el viernes por soldados israelíes que dispararon municiones y balas de goma y lanzaron gas lacrimógeno.

En 2002 Israel comenzó a construir una barrera que combina muros, zanjas y vallas, la mayor parte en tierra palestina, para separar al Estado judío de Cisjordania. Lo decidió luego de una ola de atentados suicidas por parte de insurgentes palestinos, algunos de ellos procedentes de Cisjordania.
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Israel se justifica en razones de seguridad, pero los palestinos y organizaciones de derechos humanos creen que es sólo un pretexto para confiscaciones masivas de tierra en beneficio de los asentamientos judíos ilegales.

El trazado del muro se desvía significativamente de la Línea Verde que marca el límite internacionalmente reconocido entre territorio palestino e israelí, adentrándose reiteradamente en Cisjordania, donde ha tragado enormes franjas de tierra palestina fértil.

La Línea Verde se estableció según el Armisticio de 1949, tras la primera guerra árabe-israelí, en el cual se procuraba delimitar las fronteras entre el recién creado Estado judío y un futuro Estado palestino.

La extensión total de la barrera es de 725 kilómetros, más del doble de la línea trazada por el Armisticio. Cuando esté completa, aproximadamente 14 por ciento estará construida sobre la Línea Verde o en Israel, y 86 por ciento dentro de Cisjordania.

Antes de la construcción del muro, aproximadamente 30 por ciento de Cisjordania fue expropiada para instalar asentamientos judíos, zonas militares y reservas naturales.

Otro 10 por ciento fue confiscado y declarado zona militar cerrada en 2002, cuando empezó la construcción de la barrera.

Aproximadamente 10.000 palestinos están atrapados en los bolsones de territorio que se extienden entre la Línea Verde y la barrera divisoria. La mayoría de los palestinos no pueden ingresar a Israel, donde miles se ganaban la vida trabajando o vendiendo sus productos.

Además, muchos palestinos en los enclaves tienen grandes dificultades, e incluso les resulta imposible en algunos casos, para trasladarse a otros puntos de Cisjordania por motivos educativos, empresariales, médicos o familiares.

La mayoría de los agricultores al este de la barrera no pueden acceder a sus tierras en los enclaves ubicados entre la Línea Verde y la barrera, pues Israel se ha negado a emitir los permisos requeridos, alegando razones de seguridad.

La economía de Jayyus se ha diezmado. La mayoría de los aldeanos cultivan tomate, pepino, fríjol, pimientos, aguacate, guayaba, aceituna y cítricos para su sustento.

El muro cercano a la aldea está desviado seis kilómetros al este de la Línea Verde. Durante su construcción, los israelíes sacaron de raíz 4.000 olivos y árboles de cítricos y expropiaron 860 hectáreas de tierras comunales.

Los agricultores están separados de sus 50.000 árboles frutales y olivos, de la mayoría de sus invernaderos y de seis pozos de agua subterránea para irrigación, según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH).

"Setenta y cinco por ciento de nuestra tierra agrícola fue confiscada. Apenas 18 por ciento de los agricultores de Jayyus recibieron permisos para cruzar la barrera y llegar a su tierra cerca de la Línea Verde. A los otros se les negaron los permisos", dijo a IPS Sharif Khalid, representante de un cultivador.

"Antes de la construcción de la barrera había 136 invernaderos en la aldea. Hoy hay solamente 72. Se perdieron millones de dólares y muchos agricultores fueron empujados a la bancarrota", dijo Khalid.

Abdul Karim Khalid, familiar de Sharif Khalid, perdió sus dos invernaderos. Con tres hijos que mantener, la familia depende del salario de su esposa como maestra.

"La situación de seguridad, el desempleo y pobreza llevaron a muchas mujeres a ganar el pan en sus familias, pues muchos hombres palestinos fueron asesinados, encarcelados por delitos políticos o perdieron sus trabajos", dijo Reem Abboushi, directora ejecutiva de la Asociación Palestina de Mujeres Empresarias.

El asentamiento israelí de Zufin se construyó sobre tierra perteneciente a Jayyus en 1989. Otra colonia israelí, Nofei Zufin, se expande sobre tierra confiscada a la aldea.

Según la organización israelí de derechos humanos B'Tselem, el trazado del muro hasta ahora se determinó principalmente para "dejar áreas planeadas para la expansión de asentamientos y para una zona industrial cerca del lado israelí de la barrera".

En junio de 2006, en respuesta a una petición de la Corte Suprema de Justicia, el gobierno de Israel admitió que los planes de una zona industrial para Zufin fueron tomados en cuenta al trazar la ruta. Posteriormente, el tribunal ordenó una revisión del sector sudeste del actual recorrido de la separación.

Sin embargo, apenas 250 de las 860 hectáreas de tierra serán devueltas a Jayyus, y el retrazado del muro volverá a destruir más tierra agrícola y huertos.

En 2003, la Asamblea General de la ONU exigió a Israel frenar la construcción de la barrera. La Corte Internacional de Justicia (ICJ) con sede en La Haya dictaminó en 2004 que "las infracciones resultantes de esa ruta no pueden justificarse por exigencias militares o por los requisitos de seguridad u orden público".

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